JODIE Foster tiene tan sólo trece años, pero es ya una actriz famosa. Su primera aparición pública fue en una fotografía en la que anunciaba un bronceador, y un simpático perrito le tiraba del bañador dejando ver unas nalgas muy blancas junto a una espalda muy morena. Jodie tenía tan sólo tres años y estaba haciendo lo que sería su primer desnudo de una larga serie. De la fotografía se hizo un dibujo y el anuncio se vio en todo el mundo. A raíz, precisamente, de ese dibujo, Walt Disney la contrató para muchas de sus películas, y Jodie se convirtió en una actriz de pocos años con muchas película en sus haber.
Pero lo curioso de la pequeña Foster es que no le ha ocurrido como a otras actrices juveniles, que, especializadas en temas infantiles, después no han sabido salir de esos temas y se han convertido en unas “adultas" niñas ingenuas. Jodie es todo lo contrario, ya que a los trece años ha protagonizado muchas películas haciendo de mujer fatal, de prostituta, de droga- dicta y de jefe de una banda de gángsters.Su última cinta, “Taxi—driver", le ha dado mucha fama. Ahora a Jodie, la pequeña vampiresa, se la disputan varios directores famosos que la buscan ya por lo que puede representar de “sex—symbol".
Su madre es quien le lleva todos los asuntos profesionales y también la que contesta cuando los periodistas le quieren hacer una entrevista.
—No quiero que Jodie deje de ser una niña, su infancia se la tenemos que conservar entre todos; en realidad las películas son para ella un juego. no se da cuenta de lo que representa. —Jodie, ¿no te daba verg'úenza hacer de prostituta en la película “Taxi—driver" con poca ropa, y blusas transparentes?
—¿Por que habría de darme? En realidad estaba haciendo un papel, yo no lo soy...
A LOS DIECISIETE ANOS, NADIE Es VIRGEN
Y Jodie se pone a reír, va a cumplir los catorce años pero tiene una picardía impropia para su edad y, desde luego, sabe mucho más que las niñas de trece años de su país.
—Bueno, en los Estados Unidos todas las chicas somos muy adelan- tadas, no jugamos demasiado con muñecas. Yo creo que en Europa las chicas son más infantiles, aunque todas las costum- bres están cambiando mucho, pocas son las chicas que a los diecisiete años son vír- genes. de las que yo conozco. ningúna, pero la verdad es que nosotras no damos tanta importancia al sexo como antaño.
—¿No te molesta ser considerada como “sex—symbol"?
—En realidad no lo es —es la madre la que contesta—. El que haya hecho alguna película haciendo un papel'muy lanzado no quiere decir que tenga que ser "sex—symbol". La han maquillado y vestido como a una mujer mayor, pero se sigue viendo que es una niña. De cuerpo es lisa y difícilmente una chica puede ser considera como símbolo sexual con un cuerpo como el de Jodie, que no tiene ninguna curva.
—Mamá, por Dios, no digas eso, sí que tengo curvas, mira, mira…
La pequeña Foster ad0pta posturas increíbles para demostrar al fotógrafo que tiene curvas, pero evidentemente las únicas que tiene son las de las rodillas y las de los hombros. Tiene la típica silueta de
a niña que todavía no ha empezado a convertirse en mujer. Después de "Taxi—driver", hizo la serie de “Paper Moon" para la televisión. Un programa que ha tenido mucho éxito y que quizás dentro de unos años lo veamos nosotros por la pequeña pantalla. —La profesionalidad de Jodie reside precisamente en eso —vuelve a ser la madre, perfecta manager, la que interrumpeque lo mismo puede hacer un papel de niña como otro de adulta. Actúa perfectamente.
—Pero a mí me gustan más los de mayor, me encanta pintarme y ponerme blusas transparentes. Es muy agradable ser atrayente para un hombre...
Esto ha sido un inciso de Jodie que, en broma, quiere hacernos creer que es una vampiresa de tre- ce años, y quizás exista algo de verdad en esa actriz que promete ser una gran estrella el día demañana.
JULIE FREEDMAN
Publicado en la revista Papillón el 27 de octubre de 1976
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