SANDRA MOZAROVSKI, LA "NENAZA" DE LOS OJOS VERDES, NOS CUENTA SU VIDA

 
            
Si la tristeza es ya mi compañera y si el dolor ha llegado a ser hermano mío. todo se ha quedado en aguas de borrajas, porque de pronto, sin previo aviso y como si de una aparición se tratase. llega ella, poseedora del sol y todas las estrellas juveniles. Si. esas que no necesitan de mil años para llegar hasta nosotros. porque su juventud es tan latente que aunque no hayan nacido. ya las conocemos. ya nos iluminan. _ Si yo fuera poeta. escribiría a Sandra Mozarovski mil libros llenos de estrellas. Pero la realidad es más fuerte que la imaginación. Porque Sandra es una estre|la por si sola. con su propia luz, aunque no llegue a ser astro. Sandra. de profesión actriz, nos lleva una ventaja, su insultante juventud, su belleza...



Tiene una bata cubriéndole los diecisiete años. Adivino que debajo de su bata —estilo japonés, de colorines— se oculta el sueño, el sudor asfixiante de ocho horas de verano sobre una cama blanca. Sandra me recibió con una sonrisa. Son las doce de la mañana y me asombra su simpatía, a pesar de lo tempestivo de la hora —teniendo en cuenta que las estrellas sólo brillan de noche— y el calor sofocante de un Madrid lleno de humo.
           

—¿Quieres un whisky?
—Para empezar. me sorprende. A lo largo de nuestra conversación me iré sorprendiendo cada vez con más frecuencia, de momento sólo le digo un no. que parece un si. Me lo sirve y explica:

—Es que las dos muchachas están de vacaciones y ahora me ocupo yo sola de la casa.

La noche pasada fue una noche difícil para Sandra Mozarovski, la Sandra de los "bluejeans" que tiene que aparecer en los sitios frecuentados. con una sonrisa. y como si acabara de ducharse, Fresca. A mi me parece que Sandra, es más Sandra ahora, con el pelo recogido en una estupenda cola de Caballo negra, y con esta bata de colorines, amarilla y roja.

——Es que ha venido mi hermano, que vive en los Estados Unidos, y anoche salimos juntos por ahí, hasta las tres de la madrugada. Es un chico muy divertido.

y está algo locuelo. A mi me gusta.

Por eso no me puede enseñar su cuarto, porque su hermano anda por ahí buscando libros, y su padre vagabundea por una casa vacía de esposa, vacía de servidumbre y vacía también de Sandra, que charla conmigo con una naturalidad que me corta en algunos momentos. Y es que es difícil imaginar a un ser tan tierno, tan "estrella" a las doce de la mañana, hablando sinceramente, intentando recordar su "currículum" cinematográfico, sin más preocupación que encontrar un cigarrillo rubio y sin pretender más que pasar la mañana contándome cosas de su personalidad

—No he tenido muchas dificultades a lo largo de mi vida, más bien me considero una actriz con mucha suerte, aunque he tenido que trabajar duro.

Sencillamente, sin preámbulos. como si fuera un guión más que preparar. comienza la historia de su vida. de su escalada hacia las alturas del cielo filmográfico.

—¿Cómo llegaste al mundo del cine?

—Por casualidad. A los nueve años interpreté la pelicula "El otro árbol de Guernica".

Las niñas, casi todas las niñas —yo incluida— de pequeñas queremos ser enfermeras o secretarias. Cosas por el estilo. Sólo me encontré a lo largo de mi infancia con dos casos rarísimos. dos niñas de las que según mi familia te—níaque cuidarme. La primera quería ser princesa. cuando fuera mayor, y la otra, "seductora". Lo de Sandra

es diferente— Desde que rodé esa película estaba convencida de que lo mío era ser actriz—.

Después se le pasó. Mejor dicho, hicieron que se le pasara. aunque nunca olvidó aque—lla primera experiencia. El contacto

con alos astros" mayores. la luz de los focos, la presencia de la gente en los cines—Cuando trabajé en esa película, todavía no sabía exactamente qué, es lo que más me llamaba la atención, si el trabajo de actriz o las circunstancias que me rodeaban. Abandoné el cine durante cuatro años, y luego co—ntinué la carrera, esta vez;

convencida de que lo que yo quería sobre todas las cosas era ser actriz.

Sandra pasó por casi todo durante los años de su niñez. Nació en Marruecos, el 17 de octubre de 1960, en Tanger, bajo el signo de Libra. Hasta los nueve años de edad tuvo una infancia normal. Su primera película la cambiaría. Se operó en la pequeña Sandra un cambio rotundo y cruel que sus padres no aceptaban. ¡Sandra quería tomar decisiones por si sola—!, ¡empezaba a no necesitarlos! Pusieron el grito en el cielo. pero el asunto se quedó en una simple experiencia Al menos eso es lo que ellos pensaban. Era una risa al principio. Las niñas del colegio donde yo iba. al Corazón de Maria —antes había estado en el Lae—, me adoraban. Las tenia fascinadas. Otras me odiaban. pero en general a todas las caía bien. y punto. Luego se acostumbraron a mi popularidad y mi experiencia en el cine y me trataban de igual a igual".


MASCARAS QUE SE RÍEN, "SON DEL QUE VIENE"

Con un poco de más calma, —me siento desbordada por la vitalidad de Sandra— me fijo en las paredes del inmenso salón donde charlamos. Hay una pared blanca, es una pared de una blancura virginal, que pasaría a mis ojos —acostumbrados a mirar sin ver—, desapercibida Pero hay algo que me llama la atención. No sé exactamente cuantas. Mil, cie—n, o sólo unas docenas de máscaras de todo tipo y de todos los tamaños, se atreven a insultar la blancura de la pared. ¿De quién son? ¿quién las colecciona, o quién las compró?, la pregunta es tan inútil como verdadera la respuesta.

—Las hemos comprado entre todos, no son mías, son del que viene, del que las contempla.

Y arrojo la toalla, una vez más. Sorbo, pequeño, de whisky, y continúa nuestra aventura por el túnel del tiempo.

—No sé si me voy a acordar de todas las películas que ha rodado, unas catorce...

Y me propone empezar al revés. O sea, ir contándome la última para terminar con la primera. Es la única forma de acordarse. Me hace gracia, es su caracter y lo acepto.

—Bueno, pues,... ¡ahi, ya. Lo último que he interpretado en cine ha sido una coproducción con Francia que se llama "El último tren de Hitler", con Alan Payé. Anteriormente había rodado "Beatriz", con Gonzalo Suárez. La película está basada en un libro de Valle Inclán. Es de la película que más satisfecha me siento.

Luego, lo inevitable. Sandra. atractiva adolescente, llena de garra y al mismo tiempo dulce. Que quisiera ser tormenta y ni siquiera llegase a chubasco. Tal era su papel en "La vida privada de la señorita Julia", en donde la protagonista, Teresa Rabal, qu'ería hacer de ella el capricho de los hombres, la cosa dulce y tier. na tan deseada y jamás encontrada entre las mujeres de más edad.

—Al final de la película, Teresa, no consigue "enlodarme". Anteriormente había rodado. "La segunda parte de El Libro del Buen Amor".

—¿Qué pasó con esa película a qué se debieron los fallos?

 —Era una película muy lenta. Quizá el director —novel—, no

supo captar el verdadero contenido del guión.

—¿Y tu papel?

—Me pasó lo mismo que a los demás actores El director influyó negativamente en nosotros, por no captar ei verdadero sentido. De cualquier forma yo me libré. La crítica no se metió conmigo, aunque no es de las películas de las que estoy más satisfecha.

"El hombre de los hongos", película en la que Sandra trabajaba junto a Adolfo Marsiliac y bajo la dirección de Roberto Gabaldón, era una crítica sobre los problemas de hacienda.

—Sí, y esas cosas raras que pasan en torno a los impuestos.

Y parece mentira, pero Sandra Mozarovskí no “fue la protegida de ningún director. ni productor. Sandra se la ha ganado solita y a costa de sacrificios. Y hablando de proteger. Sandra, interpretó la película "Las protegidas". junto a Simón Andreu. Y "Sensualidad" —que eso no le falta. ni con bata— ni con los "bluejeans"—, bajo la dirección de Germán Lorente.

Va de vuelos. Y va tan alto porque la joven actriz no ha perdido el tiempo. Desde pequeñita empezó a leer libros, más o menos serios. Su predilección: la literatura de los autores que quieren más, que no se conforman. Y volando, volando despacio, Sandra descubrió un día un libro pequeñito, con un lindo título, "Juan Salvador Gaviota" Le fascinó la capacidad de lucha del personaje del cuento. Y cuando el director de cine, Osorio. le ofreció una película con el título de "La noche de las gaviotas", a Sandra se le cayeron las lágrimas de gusto.

—¿Te has muerto muchas veces en el cine—?

—Sólo tres. En "El estudiante de Salamanca". que se emitió en TVE. "El clán de los nazarenos" y "La noche de las gaviotas".

De protagonista, la "nenaza" —adjetivo aplicable a cualquier mujercita que pase por la calle. que sea guapa, que tenga un bonito cuerpo, que, además, tenga ganas de luchar por lo que la gusta, y que, por supuesto, no se parezca a mí— ha realizado más de ocho películas —los números exactos siempre resultan feosy luego intervino—. perdón —que vamos al revés—. antes intervino en películas de menos categoría y con papeles pequeñitos.

Recuerda con agrado su intervención en "El colegio de la muerte", donde actuaba Elisa Ramírez, y "Cuando el cuerno suena", bajo la dirección de Luis María Delgado.

Y hablando de cuernos, resulta que a nuestra "estrellita" (y, por favor, sin comparaciones con la llorona oficial del reino "lucecita") aún no sabe de que va la cosa en cuestión de sexo. Eso si, y una vez más me sorprende, la teoría es tan aplicable, que su conversación sobrepasa, y con mucho, las explicaciones de López Ibor. en la "Vida sexual sana".

De estrella a estrella y tiro porque me toca. Sandra Mozarovski admira a Marlon Brando y Glenda Jackson—, ¿españoles?. claro que si, Conchita Bautista, Irene y Julia Gutiérrez Caba y Fernando Fernán Gómez. Algunos más que ahora no se la ocurren.

—¿Cuál es el director de tus sueños? .

Se ríe, con una risa fácil.

—Es que todos te enseñan algo positivo.

Pues claro quo todos enseñan algo. ¿Se habían creído que son sólo las actrices de esta temporada las que enseñan cosas? Pues no. Los directores enseñan, y como dice Sandra, enseñan cada uno a su estilo, cosas positivas para la profesión.

—Sobre todo para mi, que estoy empezando.

Modestia aparte, Sandra, catorce peliculas, ocho de protagonista, Televisión, y empezando. Ya me contarás donde piensas llegar cuando tengas ya una línea definida. cuando hayas aprendido.

—No tengo ninguna meta propuesta. Sólo quiero trabajar, seguir aprendiendo. ¿Que me valore como actriz? Me doy un dos.

Y se da un dos porque sería muy aburrido haber llegado tan jóven a un siete, por ejemplo.

—No esperaría ya nada, ¡qué aburrido y triste seria conocerlo todo! Lo bonito es aprender, fallar y rectificar.

—Si los directores enseñan siempre algo positivo, ¿qué pasó con la segunda parte de “El Libro del Buen Amor"?

—El director era novel. Se estrenaba con esa película. No hay directores positivos y negativos. pero hay algunos con los que no conviene repetir una experiencia que fracasó.

—¿Con quien no te conviene? —¡No seas mala!

Se olvida de mi pregunta, mejor dicho, la pone del revés, como hace con su lagarto de goma.

—Con quien me gustaría volver a trabajar es con Gonzalo Suárez. Ya te dije que estoy muy satisfecha de mi papel en "Beatriz". He tenido mucha suerte, siempre que acepté trabajar con alguien me he sentido a gusto y cómoda, luego si la película salía mejor o peor, ya era aparte, de momento, yo estaba bien. y eso es lo más importante.




SARNA CON GUSTO NO PICA

Y no pica porque es verdad lo que Sandra siente por el cine. Su amor. con minúsculas —los sentimientos son otra cosa—, hacia la cinematografía le hizo pasar apuros con su familia, con sus estudios y sacrificios también.
—Pero no importa. Me quedo muy a gusto en casa estudiando o preparando un guión, mientras las chicas de mi edad se diviera ten por ahi.

Sandra dice que todo tiene una evolución, la nena me vuelve a sorprender con su charla.

—¿Qué pasa en el cine?

 —No creo que falten actores, lo que pasa es que los tienen desaprovech'ados. En España los tenemos, y es una lástima. Hay actores y actrices, delante de los cuales habría que quitarse el sombrero, pero los producto. res quieren aprovechar este momento de libertad en la censura, para hacer films eróticos y fáciles. Llegará a la saturación, y entonces se volverá a hacer el mismo cine de siempre. Si, ese que la gente quiere ver, los aficionados al cine de verdad, y que permite que muchos buenos actores ahora esten pasando, poco menos que hambre.





"SOLO TEQUILA Y VODKA"

—¿Qué pasa con las actrices. por qué aceptan papeles, que en la mayoría de los casos. no quieren hacer?

—Que va a pasar, que hay que comer todos los días. Yo vivo más o menos bien, porque vivo con mi familia, y eso. Pero hay actrices que viven exclusivamente de su trabajo en el cine, y tienen que claudicar. Un día las invita un amigo a comer Otro día tiene algo más de dinero. Pero al séptimo día te apetece un cigarrillo o en lugar de una tortilla, un filete—, y aceptas el trabajo, por eso los productores se aprovechan. Además que para la persona que siente el cine, que la gusta, trabajar es como un veneno. Una vez que empiezas se te mete en la sangre y difícilmente olvidas la experiencia. La droga más complete para mi es el cine.

Algunas veces son los productores quienes se aprovechan de las actrices, pero es que hay actrices y actrices. ¿No cabe la posibilidad de que alguna de ellas sea la que se aproveche de este momento de carne"?

—Es dura la profesión. Como cualquier otra, lo mismo da que te dediques a la carpintería que a hacer zapatos o cine, siempre hay dificultades. En el juego de la vida todo está permitido. Tal vez la ola de destape esté bien. Tal vez las actrices que lo hacen se saturen, tal vez se equivoquen, pero cada cual es muy dueño.

—¿Cine, teatro o TVE?

—El que más conozco es el cine, y me gusta, pero sé que es más educativo el teatro. Te da unas tablas que en cualquier otro medio no las adquieres, por la continuidad de la obra. En cine te tienes que concentrar en medio de treinta personas, / ante unas cámaras.

Fue dicho, hágase la luz, y la luz se hizo. Y alguien dijo, hágase un lucero, y nació una estrella. Una estrella sin demasiadas complicaciones en su mun

    do de luz, pero con pequeños fracasos, con grandes ilusiones de iluminarlo todo, y ahí está "Beatriz", Sandra Mozarovski. y muchas niñas más, pero ante todo, una nenaza" con posibilidades. Tanto es así, que la película a la que me he referido, "Beatriz". en un principio no era para Sandra. Pero ella nos lo cuenta:
—En principio la película me la ofrecieron a mi. Pero el film fue rodado por muchas productoras, hasta que cayó en las manos del director Gonzalo Suárez, que propuso a la productora que me dieran el papel. Yo acababa de regresar de Méjico, donde pasé cuatro meses. Los producto—res decían que yo era muy niña, y que seguramente no me lo tomaría en serio. Entonces se lo ofrecieron a Inma. de Santi, pero no llegaron a un acuerdo, eso es lo que creo. Por fin me llamaron a mi, y es la película más bonita y de más calidad que he hecho hasta ahora.



NO AMERICANIZO MI APELLIDO

Entramos, rápidamente. en el mundo de lo anecdótico, y de buenas a primeras me sueIta:

—Es que algunas personas me decían que estaba americanizando" mi apellido, y yo les dije: xAnda C—rorozos, lo que—pasa es que no sabéis escribirlo". Y es verdad que no saben, lo hacen muy difícil, poniendo una "W" en lugar de una "V" sencilla, y una “Y", cuando es "i" latina.
—¿Por qué te pusiste tan gordita?
—Porque no quemo calorías. Es una enfermedad muy divertida que se llama hipotiroidea. Me dijo el médico que es un problema de la juventud, y que hasta que no tenga veinte años el metabolismo no se me arreglará.

Salimos de su casa. Nos vamas a comer. "A un sitio muy simpático, ya verás". Y ya lo creo que si. Vi todas las estrellas del universo, concentradas en un plato de chicles verdes y rojos. Sandra pide tortillas mejicanas. y me va preparando una a una, cada vez con distintas salsas. Le digo que muy bien, que me la ha jugado, pero que tengo hambre y se me" caen las lágrimas cada vez que me ofrece una de las tortillas. Se ríe y se las come como si nada. Así que opto por beber agua mineral, que desde luego no me quita el sabor picante de la boca.

—Bebe tequila con sal y limón: es la única forma de combatir el picante.
Y yo, ingenua de mi, voy y le pego un sorbo a la copa de" tequila, me tomo un poco de sal y chupo un trozo de limón. Desde luego, se me olvida el sabor a chile, Sandra me mira divertida. Ya no me pica, no recuerdo el sabor a tortillas. puesto que el tequila me acaba de dar un mordisco en el estómago que, ya, ya. Pido disculpas y me levanto llorando y riendo, todo a la vez. A poco se cae de la silla mirando cuando estás en la cama, cuando bailas y te díviertes, o cuando ayudas a alguien. Yo creo, pero no sé si es Dios o es simplemente algo que me supera, que me desborda.
A Sandra le encanta la música. La relaja, la hace sentir la vida de otra forma. Escucha y vibra. la siente.
—Qué pena, no hay música mejicana hoy. Normalmente suelen poner cíntas mejicanas.

Pero se siente mejor escuchando a los clásicos de la música, Tchaikovsky_ Strawinsky, etcétera.
—Beethoven era un personaje genial. Cuando escucho sus obras me parece que estoy viviendo lo mismo que él cuando las escribía.
—¿Y por qué no Cat Stevens o Niel Daimond?
—¡Pero si me levanto escuchando a Niel todas las mañanas! La cinta que más me gusta es la que está inspirada en "Juan Salvador Gaviota".
—¿Y españoles?
—Mari Trini. Serrat. Porque comunican cosas, sus canciones. tienen contenido, no son las "charlotadas" del verano. Pienso que estos dos cantantes han hecho mucho por la música española.
—De política no digo nada porque luego vienen de "esos" y me hacen una pintada.


Ya dije que Sandra me asombra cada cien segundos? Esta vez me asombra por su naturalidad. Está mordisqueando un lagarto de goma que se ha encontrado en la caja donde la familia guarda los pitillos sueltos. ¿Sabe Sandra que según Freud, en el mundo de los sueños, los reptiles son animales eróticos, con los que se suele soñar cuando se está reprimido? Pues si, lo sabe, pero ella no busca los dobles sentidos, ni siquiera lo mordisquea con nerviosismo. Lo hace porque quiere, porque llevamos ya dos horas la una frente a la otra, hablándon de su vida, y se cansa. Va de posibilidades. Una: si en lugar de un lagarto de goma, fuera. un bolígrafo de chocolate, estaría haciendo exactamente lo mismo con él que con esta cosa verde y gelatinosa que se lleva a los labios, como si la estuvieran saliendo los dientes y tuviera la necesidad de morder algo. De si en lugar de un bolígrafo de verdad, de esos que escriben y te llenan las manos de tinta cuando el calor dilata el plástico, yo tuviera un lagarto entre mis dedos, estaria haciendo exactamente lo mismo que ella, mordisqueándolo como si fuera el culpable de tantas horas de insomnio, pensando en los guiones o en cualquier otra actividad que exigiera mucho de mi.

—El caso es qua me muerdo las uñas, pero una actriz no debe hacerlo, por eso juego con éi. Ya está muy gastado, creo que tendré que comprar otra cesa.

—¿Qué es sexo?
—Una etapa más en las relaciones de la pareja. Una cosa importante, eso si. El sexo acerca más a la pareja, ya sean novios, esposos o “arrejuntados". Nosotros lo hemos desfasado. No sabemos apreciar el verdadero sentido de hacer el amor, porque estábamos reprimidos y ahora se nos ha dejado una libertad que está mal interpretada—. No en cuanto a libertad individuai se refiere, sino— a libertad en relación con las otras personas, Como ya se puede hacer el amor no se da tanto "valor al acto", que es maravilloso porque te permite acercarte a la persona que quieres, no por satisfacer tus instintos animales, sino por hacer feliz fisicamente, al mismo tiempo que te hacen feliz a ti.

Y punto, que diría Sandra. Repite y punto como rúbrica de lo que dice, no firma nada, no hace promesas, porque quiere que confíen en ella bastando su palabra, pero inevitablemente, machaca las frases, "sus frases" con un "y punto" que no dejan dudas de lo que ella quiere explicar: que se siente segura.





FANTASIA Y AMOR, SIMPLEMENTE

Después de decir que no sabe comprender el significado del sexo, la pregunta es de lo más mediocre, pero como notorio puede ser trascendente, Sandra, ¿cuál es para ti el verdadero significado del sexo?

—No creo que se pueda explicar con palabras. Supongo que es algo que te hace vibrar de una forma poco corriente, y que te acerca más a la persona que quieres, pero hablo de pura teoría, porque yo, todavia no he tenido ninguna experiéncia.
 ¿Y cómo es posible que fa Señorita Sandra, "y punto", se explique de esta manera sin tener experiencia? ¡Pues claro! por " pura intuición, por una base cultural, por las charlas que sostiene sus padres, que saben lo atractiva que resulta Sandra, y no han querido que nadie le enseñara por su cuenta. Y es que padres coma los que tiene Sandra, no se encuentran —perdón, qué sé de algunos ya— El caso es que según Sandra, su madre es su mejor amiga, y su padre, algo más serio, antiguo diplomático, ahora ingeniero electrónico, han sabido decirle a Sandra que la vida no es


 El caso es que según Sandra Mozarovski, su madre es su mejor amiga, y su padre, algo más serio, antiguo diplomático, ahora ingeniero electrónico, han sabido decirle a Sandra que la vida no es sólo jugar y estudiar, sino trabajar,
y las demás cosas, como sexo, religión, etc.

—Mi padre es ruso, y tiene una mentalidad tipica eslava. El no tiene relación con ei cine y a veces se queda sorprendido de lo que ve, o de lo que le cuento.

—¿Tienes novio?

—Nr0—, en esto tengo mala suerte. Me encuentro con todos los "enloquecidos" sueltos por el mundo.

Que no, que yo me sé de un par de casos de psiquiatra. Pero no la convenzo. Además a élla, al fin y al cabo mujer, le encanta decir que sus "amores" estaban "colgados", por élla, claro...
   
 —En su momento, estuve enamorada, pero ahora que lo pienso fríamente, y después del tiempo, me parece que eran espejismos. No, no los enumera. Me parecen más importantes que todo eso. ¡Cómo voy a enumerarlos como si se tratara: de cromos!. pero ninguno de ellos tenía que ver con el Cine.



—¿Cómo es el hombre que te gusta?

—No creo en el prototipo de hombre maravilloso. Llegaré a encontrar un hombre con el que me encuentre agusto. Alguien con quien me resulte fácil comunicarme, y punto. 

 Y punto, pero seguro que hay algo, que más le llama la atención en cuestión de "pantalones". Pues no. Y esta vez se me abre la boca de sorpresa:

—Es que no me planteo nunca a un hombre físicamente, o como tal. Me gusta la gente sincera, natural, que no mienta... por favor. Lo que perdura es la amistad. Cuando un amor se rompe, dificilmente conservas la amistad, pero cuando encuentras a un amigo, por muchas cosas que pasen, o por mucho tiempo que estés sin verlo, la amistad siempre perdura.


Y esta vez no habla en teoría Sandra, sino por experiencia—, eso si, pobre pero importante. Porque Sandra tiene la suerte de haber encontrado a tres amigos. ¿Qué les parece poco?, ¿se han parado a pensar cuántos de los suyos esta—rían dispuestos a darlo todo por ustedes? Pues— que suertesi son muchos. Sandra tiene tres. yo algunos más, contando a mi padre.

—¿Qué te parecen los anticonceptivos?

—Útiles. Lo que no me agrada es el aborto. Si una persona es responsable de lo que hace en un momento determinado, debe serlo a la hora de la verdad. Me parece una "chorrada" del tamaño de un castillo hacer el amor medio en broma, sin medir las consecuencias. Sólo lo admito en casos extremos, como en una violación, o en una familia en donde un hijo más seria la ruina económica.

—¿Y el matrimonio?

—Creo en una unión de la pareja, no en el matrimonio—. Me parece poco serio firmar en un papel que tus sentimientos hacia otra persona son sinceros y que te comprometes a sentir lo mismo durante toda la vida.

 Ya como un rito, me apetece, "y punto", pero Sandra aún no ha terminado. Su avasalladora juventud, no está a tono con su madurez cerebral. Me cuenta que los Libras son así. Un poco raros. Y ella, como buena libra, tiene el ascendente en Aries, busca el equilibrio, porque en contra de lo que se cree, los Libra no son personas equilibradas, sino todo lo contrario. Son la balanza donde pesan cada una de las cosas que les acontecen. Por eso buscan el equilibrio, porque en cada unode sus platillos se encuentra una mercancía diferente.

—¿Con qué signos te llevas bien?

—Con Aries, además es mi ascendente. Me Ilaman mucho la atención los hombres Géminis, ya sabes, por lo de la doble personalidad— Todo lo que se me escapa, por ilógico me llama la atención, excita mi curiosidad.

La mía es excitada en estos momentos por las máscaras, las inevitables máscaras traídas del África, "entre todos", y propiedad de aquél que las contempla. Sandra sigue a lo suyo con el lagarto de goma—, que cada vez se hace más pequeño.

—¿Entonces no piensas casarte?

—Es que soy joven. No me lo puede plantear. De momento me interesa más mi carrera y mis estudios que esos líos.

Mozarovski de apellido, Sandra por nombre, y por ojos, dos luceros verdes, color mar, profundos y rasgados. Si Platón viviese en nuestros tiempos, hubiera hablado de ellos refiriéndose a la incógnita de la Atlántida, sumida en un mar profundo, oscuro en su profundidad, indescifrable en todo su entorno, pero verde en la superficie. Tan verde y tan apacible, como este par de ojos, que ni son serranos, ni falta que hace, porque los ojos de Sandra, cuchilladas, o luceros —depende de su estado de ánimo— son unos ojos con recuerdos de Tánger, de Puerto Franco—, de un lugar encantador, donde las moras se vestían de moras, con sus velos y sus costumbres de siempre, y donde la gente iba feliz a los mercados. Porque los ojos de Sandra, son también recuerdos de un Tánger diferente, de problemas de divisas, de independencia y de ladrones, gente sucia por las calles. Su familia regresó a España antes de que empezaran los verdaderos problemas. Por eso los luceros, cuchilladas de Sandra Mozarovski son recuerdos, pero no son serranos, ni maldita la falta que les hacen...

En cuanto a los atractivos de su encanto, ya los admiran. Gracias a que la censura no ha corrido el dichoso “tupido velo" en torno a sus encantos de adolescente de mujer estrella.
 

Publicado en el fascículo quincenal "Intimidad" el 1977

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