mente será una delas películas más po—
lémicas —sobre todo por la idea básica
de prescindir del hombre como nervio
motor de este producto— que se han ro—
dado en España, con Stefanía Sandrelli,
María Schneider, Michele Plácido, Ra-
fael Machado y la colaboración de Paco
Rabal.
Un joven matrimonio de—
cide pasar sus vacacio—
nes en un pueblo de la
costa, para lo que alquila una
vieja casa de pescadores.
Durante estas vacaciones
conocen a Suna, joven inválida
de gran fortuna que desdeña
todo convencionalismo y se
cree liberada de toda moral con
respecto al h0mbre y al sexo.
Hacia el primero no duda en
“pagarlo”, si es preciso y en
cuanto al segundo no tiene in—
conveniente alguno en que sea
hombre o mujer, soltero 0 ca—
sado sin distinción.
Indudablemente se siente
“feminista” y sin lugar a dudas
por encima de cualquier obje—
ción que, si es por parte de los
hombres, considera “machista”
y si viene por parte de las muje-
res las considera como respues-
ta de hembras sometidas al ma-
cho que al mismo tiempo igno—
ra.
Asimismo conocen a Santi-
no, joven muy guapo que se de—
dica a vivir a costa de las turis—
tas y a complacer sexualmente
a Suna, previo pago de sus ser-
vicios, con el beneplácito de su
padre, a excepción de 'que no le
gusta demasiado a este último
que alterne su “trabajo” con
una inválida.
La amistad de Suna y Santi-
no con este matrimonio trans-
formará completamente la ruti-
naria vida que, hasta ese mo-
mento, llevaban Giacinto y
Vannina.
Giacinto, cuando está con su
mujer, es un hombre bosco, 'no
tiene sentido del humor y sólo
hace el amor para satisfacerse
sin importarle que su. esposa
disfrute o le apetezca. Sin em-
bargo, con el conocimiento de
Santino, y en su compañía, es
otro hombre: sonriente, feliz;
todo lo contrario al Giacinto
que conocemos en su vida fa-
miliar.
Vannina, por otra parte, no
encontrándose satisfecha con
su marido, e influenciada "por
Suna con sus ideas de libera-
ción, conoce al hermano de
Santino, Orio, un jovencito
Santino, que ahora dedica sus
devaneos y encantos a otra
mujer, se vienen abajo todas
las ideas de Suna, quien se sien—
te frustrada, puesto que para
ella no existe en el mundo otro
sentimiento que no sea sexo.
Intenta hablar con Vannina,
pero toma el teléfono Giacinto
y no consigue comunicar con
ell a. Más tarde intenta hablar
con su padre, pero dado lo in-
tempestivo de la hora, no la
hace caso y prácticamente
cuelga el teléfono. Todo este
desinterés la lleva al suicidio.
La desaparición inesperada
de Suna y la brutalidad de su
marido, que no duda en emba—
razarla sin ella desearlo, deci-
den a Vannina a un cambio to—
-—casi un niño—— al que inicia en
el amor y por el que se siente
atraída, al extremo de “conti-
nuar sus vacaciones en casa de
Suna y permitiendo que su ma—
rido, a quien ha puesto al co-
rriente de sus relaciones con
Orio, regrese solo a Roma.
La muerte de Orio le hace
volver a su casa y dar por fina—
lizadas sus vacaciones, con la
íntima esperanza de encontrar
a su marido cambiado en el as—
pecto amoroso. Sin embargo,
encuentra a Giacinto como
siempre, egoista, sin importarle
nada que no sea él mismo.
Con el final de la temporada
veraniega y el regreso de Van-
nina a Roma, el abandono de —
.tal en su vida. Aborta el hijo
que ella no quiere y rompe la
convivencia con su marido,
quien, a pesar de su “machis—
mo”, vuelve a ella para conven—
cerla de reanudar su vida con-
yugal. Sin embargo, no lo con-
sigue; los argumentos de Gia-
cinto siguen" siendo los de un
marido que se cree con dere-
chos de propiedad.
El sensacional reparto de
esta pelicula está integrado por
Stefania Sandrelli como ani—
na, Maria Schneider en el “rol”
de Suna, Michele Placido y Ra—
fael Machado, contando tam—
bién con la colaboración espe—
cial de nuestro querido Paco
Rabal.
Publicado en la revista Lib el octubre de 1977
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