UN PROBLEMA GENERACIONAL


UN PROBLEMA

GENERACIONAL

 

"¡Jo, papá !", 

de Jaime de Armiñán

La tercera película importante de Jaime
de Armiñán (en su filmografía hay que
registrar otros dos títulos: "Carola de
día, Carola de noche" y "La Lola dicen que no
duerme sola"), no responde en su conjunto ala
expectación despertada. “¡Jo, papá!", con tra-
tar un tema muy interesante, no está a la al—
tura de "Mi querida señorita" ni "El amor del
capitán Brando". La historia que nos presenta
Armiñán es la siguiente: Enrique (Antonio Fe—
rrandis) es un comerciante acomodado que
vive en una ciudad de provincias del noroeste
de España. Está casado con Alicia (Amparo
Soler Leal) y tiene dos hijas, Pilar (Ana Belén),
de veintitrés años y Carmen (Carmen Armiñán),
de ocho. Enrique —que ya ha cumplido con lar—
gueza los cincuenta años— hizo la guerra civil
en el lado nacional. Su aventura bélica, en
plena juventud, le llevó a cruzar España desde
Galicia —su tierra natal—— hasta el Mediterrá—
neo. Ahora, aprovechando unas vacaciones
quiere recorrer junto a su familia, especial—
mente por Pilar 3 la que adora, los mismos lu—
gares por los que pasó durante aquellos años.
Durante el viaje Pilar conocerá a un joven
llamado Carlos (José María Flotats), que tra—
baja en una emisora de radio y se enamora de
él. El padre, que no ha podido olvidar todo su
pasado y vive atado a todos y cada uno de los
momentos de su juventud y a otras normas de
conducta, no aceptará la presencia del mucha—
cho. Pero pese a ello Pilar escapa de la incom—
prensión paterna y Enrique quedará solo fren—
te al mar, observado por la mirada nostálgica
de su esposa y porla ironía dela hija pequeña,
representante de un futuro inexorable y ya pre—
sente. Armiñán que inicia la película directa—
mente en un terreno político —Ios que no han
olvidado aquella contienda bélica, se desvía
muy pronto a la problemática generacional.
En el fondo toda la película no es más que
una constante lucha entre un padre domina—
dor, hasta cierto punto enamorado de su hija,
y una muchacha decidida a escoger por sí mis—
ma y a realizarse. La interpretación de Ferran—
dis es excelente, así como la de Amparo Soler
Leal. Más lejos hay que situar a Ana Belén
(que cómo no, también hace sus numeritos de
destape) y a José Maria Flotats.


Publicado en revista Papillon

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